Azul y Carlos - tango  - (a Juan Carlos Caceres)

El oval de su bonita cara
enmarcado
una catarata de pelo negro
qué le bajan tras el cogote
los labios bermejos
pronunciadas
y los ojos
¡ay, aquellos ojos!
azules como la profundidad
del mar
la espalda arqueada
el brazo tenso
en el abrazo

Azul del Mar se afranca
la mano mesurada sobre el hombro
de Juan Carlos de La Romeria
el joven patán
apenas llegado por la Pampa
agachado sobre de ella
a dominarla
como se hace con la presa
para vencerla.
La pierna es acometida
hacia adelante
agárralo
ella se deja resbalar
se alarga se tiende
alrededor de la suya
con salto
suspendida en el estremecimiento
de la pasión que
atraviésalo
todo.
. . .
El perfil del 'guapo'
es volitivo
la mirada en la mirada
¡ay, aquella mirada!
se para sobre de ella
profundo
la patilla espesa
bajo el gorro
negro
pisado sobre la cabeza
la camisa blanca
abierta sobre el pecho
lampiño
los tirantes cruzados
sobre la espalda
de los pantalones atornillados
adherentes
al cuerpo generoso
qué la aprieta
qué se acerca
apasionado
truncándole el aliento
casi hiriéndola
con un beso
no da.
. . .
Hay humo en la tangheria
la orquesta toca
una milonga llana
mientras en fondo se oye
el cuchichear gente
tintinear los vasos
de quien bebe
alguien en un rincón
juega a los papeles
nadie se percata
de aquella nota suspendida
sobre la misma cabeza
que hace asustar los corazones
de los dos patanes
qué van hacia el cielo
Azul del Mar y

Juan Carlos de La Romeria que
en un aquel momento
han declarado
él un el otro
todo su amor
. . .
en un tango que los tienes apretados
tamnbien por la eternidad.


Azul y Carlos - tango

L'ovale del suo bel viso
incorniciato
una cascata di capelli neri
che le scendono dietro la nuca
le labbra vermiglie
pronunciate
e gli occhi
ah, quegli occhi
azzurri come il profondo
del mare
la schiena inarcata
il corpo teso
nell'abbraccio

Azul del Mar s'affranca
la mano posata sulla spalla
di Juan Carlos de La Romeria
il giovane tanghero
arrivato dalla Pampa
piegato su di lei
a dominarla
come si fa con la preda
per vincerla.
La gamba è slanciata
in avanti
l'abbranca
lei si lascia scivolare
s'allunga si tende
attorno alla sua
con slancio
sospesa nel fremito
della passione che
l'attraversa
in pieno.
. . .
Il profilo è volitivo
del 'guapo' vero
lo sguardo nello sguardo
ah, quello sguardo
s’arresta su di lei
profondo
la basetta folta
sotto il cappellaccio
nero
calcato sulla testa
la camicia bianca
aperta sul petto
glabro
le bretelle incrociate
sulla schiena
dei pantaloni avvitati
aderenti
al corpo generoso
che la stringe
che s'appressa
appassionato
mozzandole il fiato
ferendola quasi
con un bacio
non dato.
. . .
C'è fumo nella tangheria
l'orchestra suona
una milonga piana
mentre in sottofondo s'ode
il bisbigliare della gente
il tintinnare dei bicchieri
di chi beve
qualcuno in un angolo
gioca alle carte
nessuno si accorge
di quella nota sospesa
sopra la propria testa che
fa sussultare i cuori
dei due tangheri
migranti verso il cielo
Azul del Mar e

Juan Carlos de La Romeria che
in un quel momento
han dichiarato
l'un l'altro
tutto il loro amore
. . .
in un tango che tiene avvinti

forse per l'eternità.